Tondela es una ciudad portuguesa en el distrito de Viseu, ubicada en la provincia de Beira Alta, región Centro (región de Beiras) y subregión Viseu Dão-Lafões, con aproximadamente 4 500 habitantes. Es la cuarta ciudad más grande en el distrito de Viseu, detrás de Viseu, Lamego y Mangualde.
Es la sede de un municipio con 371.22 km² de área y 28,946 habitantes (2011), subdividido en 19 parroquias. El municipio está limitado al norte por el municipio de Vouzela y la porción sur de Oliveira de Frades, al noreste por Viseu, al sureste por Carregal do Sal, al sur por Santa Comba Dão, al suroeste por Mortágua y al oeste por Águeda.
Amadeu Ferraz de Carvalho (1876-1851) describe el Municipio de Tondela geográficamente en estos términos: "El Municipio de Tondela se extiende sobre la meseta, cubre parte de la ladera oriental de Caramulo y, más allá de la cordillera, aún se extiende sobre las tierras altas de São João do Monte, en la lenta pendiente del contorno superior de la cuenca de Águeda, y por lo tanto, las secciones naturales de su área son: la parte de la meseta cortada por el Dão y sus afluentes Pavia y Dinha; la región deprimida entre la meseta y el Serra do Caramulo, drenada por Criz y sus afluentes; la parte Caramulan, con una pendiente oriental y la región occidental elevada alrededor de la cuenca de Águeda "; y agrega" una cuenca extrema, con depósitos cuaternarios que indican pequeños lagos extintos, bordeando la montaña do Caramulo: es Vale de Besteiros ”.
Es en este contexto que la región de Tondela aparece como uno de los principales focos de restos arqueológicos, lo que nos permite situar la vida de las poblaciones prehistóricas en diferentes escenarios. Es a través de estos rastros que podremos tratar de comprender el "modus vivendi" de los habitantes, que siempre han despertado la curiosidad de los investigadores.
Caminar por el municipio de Tondela es realmente descubrir la historia en sus aspectos más bellos, el arte, los paisajes y las personas, ya que en cada lugar hay marcas de otros tiempos que vale la pena admirar: imponentes casas señoriales con sus hermosas piedras. armas, iglesias, capillas, puentes y molinos de agua.
Del patrimonio arquitectónico con valor histórico en el Municipio, vale la pena mencionar algunos desarrollos de viviendas dignos de mención, tanto por su magnificencia y dimensión, como por la historia asociada con ellos y sus propietarios. Destacan las picota, que son marcas representativas de la historia local y de la tradición política portuguesa definida en las cartas.