Poblada desde la prehistoria, Montalegre es un municipio rico en patrimonio histórico. Los vestigios dejados por los Celtas, como los castros, y luego los dejados por los romanos, tal como puentes y carreteras, enriquecen el territorio de Montalegre y hacen de atracción turística.
Para salvaguardar el patrimonio histórico, natural, social y cultural, los municipios de Montalegre y Boticas se unieron y crearon un proyecto bastante ambicioso, el Ecomuseo de Barroso, donde se pueden ver los modos de hacer y los utensilios utilizados por sus antepasados.
Esta es una nueva vertiente de museo, un museo que no está confinado a un espacio físico y que utiliza el propio territorio para el efecto.
Su sede está situada en el entorno de las murallas del castillo de Montalegre, conteniendo un conjunto de centros interpretativos esparcidos por algunas freguesías del municipio, tal como Salto, Pitões das Júnias, Paredes del Río, Tourém, Vilar de Perdices y el más reciente, en Fafião.
En lo que se refiere a la cocina regional, Montalegre es famosa por sus salchichas y jamón, y la Feria del Fumador, que se realiza cada año en enero, es la ocasión ideal para comprar algunas de estas deliciosas delicias.