Santo Tirso tuvo su origen en el monasterio que fue constituido por D. Unisco Godiniz en el año 978.
Conocido en el extranjero por sus "jesuitas", hoy en día Santo Tirso tiene mucho más que ofrecer que los famosos dulces conventuales. Ubicado a orillas del río Ave, y desarrollado a partir del Monasterio de São Bento, Santo Tirso ha podido reinventarse sin olvidar sus orígenes.
Debido a que todo comenzó alrededor del río, es a orillas del Ave que Santo Tirso quiere darse a conocer a quienes visitan el Municipio. Con la orilla del río recalificada, es posible pasear, correr o andar en bicicleta en un entorno que apela a la comunión con la naturaleza.
También está al lado del río y del Monasterio de São Bento donde los visitantes pueden encontrar la sede del Museo Internacional de Escultura Contemporánea, una obra de los arquitectos Siza Vieira y Souto de Moura. Único en el país, este museo al aire libre consta de 54 esculturas de artistas nacionales e internacionales, repartidas por toda la ciudad.
Pero este no es el único ejemplo del compromiso de la ciudad con el arte y la modernidad. Otro punto a destacar es el barrio cultural de la Fábrica de Santo Thyrso.
Durante décadas, la fábrica de tejidos y hilaturas de Santo Thyrso fue uno de los textiles más emblemáticos de Vale do Ave. En este espacio, lleno de simbolismo, se está llevando a cabo un importante proceso de regeneración urbana, que se traduce en el desarrollo de un Barrio cultural y creativo alrededor del sector de la moda, ahora llamado Fábrica Santo Thyrso. Diferentes proyectos ocupan este espacio y buscan hacerlo simultáneamente, un espacio para el trabajo, los negocios, la experimentación y la innovación, la cultura, el disfrute y el ocio.