Ocurre todos los años: la tradición se une a la religión y la cultura popular. En honor a São Gonçalo de Amarante, patrón del municipio, miles invaden las calles y dan vida a las fiestas de junio.
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Amarante
El primer fin de semana de mes, en el corazón del centro histórico y en los alrededores de Tâmega, el entretenimiento es genial, ya sea de día o de noche: hay bombas en la calle, bandas musicales, ranchos folclóricos, marchas y carpas donde destacan los dulces fálicos, el más emblemático de Amarante. Todas estas son razones para no perderse la emoción. Y, siendo una fiesta religiosa, el exponente de la fe culmina con la procesión en honor a São Gonçalo.
Las festividades de junio atraen a miles de personas a la ciudad.
Fuente: https://amarantetourism.com/