Fronteira, un pueblo bastante típico de Alentejo, se encuentra en la margen izquierda del arroyo Avis, al norte de la ciudad de Estremoz y al suroeste de la ciudad de Portalegre.
Las huellas de la ocupación humana en esta localidad se remontan a más de 10,000 años, como lo demuestran los numerosos monumentos megalíticos, entre los que se destacan unos 30 dólmenes y los dólmenes de la necrópolis megalítica de Herdade Grande o las rocas grabadas de Herdade dos Pintos.
Su fundación se atribuye al Rey D. Dinis, debido a que ordenó la construcción del Castillo, que todavía tiene algunas ruinas.
Cabe destacar el lugar de Atoleiros, muy cerca de Fronteira, donde tuvo lugar la Batalla de Atoleiros en 1384, la primera de una serie de batallas decisivas para el mantenimiento de la independencia portuguesa durante la crisis dinástica de 1383-1385, en la que las fuerzas Las mujeres castellanas fueron derrotadas por el ejército al mando de D. Nuno Álvares Pereira.
En Fronteira, hay varios monumentos dignos de mención, a saber, la Iglesia Madre, las Iglesias de Espírito Santo, Senhor dos Mártires, la Capilla de Nossa Senhora da Vila Velha, el edificio de los Paços do Concelho, la picota e incluso el estación de ferrocarril con sus paneles de azulejos de Leopoldo Battistini, que representan escenas de la vida rural.
Dotado de una espléndida naturaleza circundante y abundante vegetación, este pueblo ofrece hermosos paisajes y la posibilidad de actividades deportivas y de ocio variadas, ofreciendo el Centro de Ecoturismo Ribeira Grande, que cuenta con una playa fluvial, piscinas, sendero peatonal y un observatorio astronómico equipado con la tecnología más actual.