Descripción Caldas da Rainha

Caldas da Rainha DmTE es una ciudad portuguesa en el distrito de Leiria, ubicada en la provincia de Extremadura con alrededor de 31 000 habitantes en su perímetro urbano (2012) e integrando la Comunidad Intermunicipal del Oeste en la región Centro.

Es la sede de un municipio con 255,69 km² de área y 51 729 habitantes (2011), subdividido en 12 parroquias. El municipio está limitado al noreste por el municipio de Alcobaça, al este por Río Maior, al sur por Cadaval, al oeste por Bombarral y Óbidos y al noroeste por el Océano Atlántico.

Hospitalidad, salud, tradición, creatividad

Tenemos que ofrecerle una amplia gama de atracciones turísticas. La ciudad de Caldas da Rainha es un tesoro escondido donde tendrá ganas de refugiarse. ¡Descubre sus encantos!

Como escribió Ramalho Ortigão: "Caldas da Rainha es el centro de la región más histórica y pintoresca de todo el país".

Fundada por la Reina Doña Leonor en 1495, la ciudad se desarrolló alrededor del Hospital Termal, que, después de cinco siglos de existencia, continúa recibiendo cientos de visitantes cada año que en estos balnearios buscan tratamiento y descanso.

La cerámica es una fuerte presencia artística que todavía da forma a la imagen de Caldas hoy. La tradición cerámica de esta ciudad se pierde en el tiempo. Figuras como María dos Cacos, Manuel Cipriano Gomes (el "Mafra"), Francisco Elías y Rafael Bordalo Pinheiro, le dieron a la cerámica de Caldas las características que la celebran.

Otras artes, como la pintura y la escultura, han confirmado a Caldas da Rainha como un centro de bellas artes, con el Maestro José Malhoa destacando en pintura y, en escultura, Mestre António Duarte y João Fragoso, nacido en Caldas da Reina. Visitar sus museos es visitar auténticos espacios culturales vivos.

Caldas da Rainha tiene, en su paseo marítimo, las playas de Salir do Porto y Foz do Arelho. Este último, privilegiado por su naturaleza que, emergiendo entre la laguna de Óbidos y el mar, se convierte en el lugar ideal para practicar deportes acuáticos y pescar.

A diferencia de la costa, hay paisajes rurales, llenos de historia y ricos en árboles, donde una agricultura próspera en frutas y verduras abastece diariamente el mercado tradicional de frutas.

Su gente trabajadora y hospitalaria, que vive esencialmente de la agricultura, las industrias cerámicas y el comercio, ofrece a quienes la visitan la calidez de su bienvenida y sus cinco siglos de historia, llenos de nobles y grandes eventos.