Como uno de los municipios más pequeños de Portugal, Vizela fue la primera ciudad en el norte de Portugal para ser clasificado como un Cittaslow, un movimiento internacional cuyo objetivo es identificar los pueblos y ciudades pequeñas que ofrecen una mejor calidad de vida y un ritmo más saludable para su poblaciones.
De los varios pueblos que por esta tierra pasaron, fueron los romanos que más marcas dejaron.
Los investigadores descubrieron las propiedades medicinales de las aguas termales existentes en esta zona y que hasta ahora se utilizan para el tratamiento de varias patologías, como enfermedades de la piel, enfermedades respiratorias y enfermedades reumáticas.
Además de termalismo, otro punto importante de atracción del municipio ha sido desde siempre lo que ahora se llama turismo religioso, principalmente por el hecho de que Vizela está situada en uno de los Caminos de Santiago.