Pertenece al distrito de Braga, Esposende es su único municipio con conexión al océano. Situado en una franja de la costa portuguesa en el eje Atlántico entre Vigo y Oporto, está cerca de las ciudades de Viana do Castelo, Povoa de Varzim, Barcelos y Braga.
La ocupación humana en el área del actual municipio de Esposende es muy antigua, con evidencia arqueológica que se remonta a una prehistoria de la que solo quedan artefactos de piedra o cerámica. Las industrias del metal también están presentes en la arqueología de la región, y la ocupación romana se conoce a través de formas arqueológicas y documentales. Así también para los reinos bárbaros y la Edad Media.
La época de los grandes viajes por el Atlántico fue importante para Esposende, y la gente clamó al Rey, en repetidas ocasiones, por privilegios que tardaron en llegar. Es por eso que la fecha de 1572 tiene tanto eco en la memoria colectiva de Esposende: D. Sebastião elevó la Vila a lo que entonces era "lugar", creando el Municipio que permanece hoy.
En la era de la navegación, la industria tradicional de extracción de sal y la agricultura y pastoral coeval se unieron a la construcción naval y al comercio marítimo. El oro de Brasil también llegó a Esposende y, más tarde, algunos se fueron de aquí para regresar más tarde como "brasileños en un viaje". No es sorprendente que la riqueza patrimonial tenga una marca fuerte de aquellos siglos posteriores al siglo XVI.
En un municipio que concilia todos los aspectos de la naturaleza, Esposende tiene que ofrecer extensas arenas y dunas, bosques de pinos y áreas forestales, colinas y acantilados fósiles, ríos y el mar, todo enmarcado en un equilibrio dinámico que nos permite afirmar: "Esposende, un privilegio de la naturaleza ".
El estuario del Cávado y las marismas asociadas, se presentan como un lugar estratégico para las aves migratorias que buscan en estos lugares un refugio del frío de los inviernos más duros del norte y centro de Europa. El río Neiva y sus aguas cristalinas, el verde del bosque de pinos de Ofir y las impresionantes vistas que ofrecen los diferentes miradores sobre Esposende, son solo algunas de las razones de interés del municipio en el que la riqueza del paisaje natural y el patrimonio construido por la mano humana, Como en el caso de los molinos de viento, los campos de masseira, los molinos de agua y los castros, se combinan en una armonía única, constituyendo paisajes de alto valor paisajístico y ambiental y que confirman a Esposende como uno de los municipios más bellos de la región norte.