Situada en el extremo oeste, la aldea de Madalena do Pico fue considerada la Ciudad del Vino 2017, por el simple hecho de ser un gran productor del famoso Vino Azores, de la variedad verdelho, que es la esencia del estilo de vida local, gracias a las buenas condiciones climáticas y las peculiaridades de los suelos volcánicos.
Madalena do Pico
Pico
Esto llevó a que la región fuera catalogada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, siendo una de las trece regiones vitivinícolas del mundo que avalan este importante título. Para obtener más información sobre estos hechos, visite el Museo del Vino.
Históricamente, Madalena siempre ha desarrollado la agricultura, la ganadería y la pesca, lo que ha resultado en un enorme éxito para el comercio regional, especialmente por su puerto marítimo y su proximidad a la vecina isla de Faial. Y esto se puede apreciar fácilmente por la estructura del lugar, que recuerda la vida agrícola, además de la arquitectura de las edificaciones, bodegas, bodegas, corrales de viñedos, entre otros.